domingo, 16 de diciembre de 2012

"Feel like going home" - Martin Scorsese (2003)

"Feel like going home" (2003)


Director
Martin Scorsese
Productor
Sam Pollard
Guión
Peter Guralnick
Participaciones
Ali Farka Touré
Corey Harris
Salif Keita
Son House
Taj Majal
John Lee Hooker
Keb' Mo'

La distancia –física o temporal–, la cotidianidad o el simple desconocimiento obstaculizan nuestra percepción. Nada parece escapar a este dictado de la experiencia. Tal vez podríamos decir que el blues no viene sino a confirmar esta sospecha. El blues nace de condiciones terribles y precarias o, tal vez convenga decir, terriblemente precarias. Campos de algodón en donde millares se sometían a los trabajos más extenuantes por poco dinero, inundaciones que hacían perder lo poco que había, segregación racial, y tantos otros azotes que los pobladores tenían que soportar fueron el suelo donde creció esta música. Sólo cuando superamos esas distancias, sólo cuando se conoce la tierra donde crecieron esas melodías, sólo cuando iluminamos las –casi siempre tristes– biografías de aquellos míticos pioneros del blues es cuando nuestra percepción se aclara. Entonces es cuando comprendemos la profunda dimensión de esta música. Martin Scorsese nos lleva de viaje al sur de los Estados Unidos, al lugar donde todo nació, a la cuna del blues. Este viaje emula aquel otro que hiciera Alan Lomax a principios de siglo pasado para grabar las voces y melodías del folklore del sur. Entonces como ahora, era una empresa que buscaba recuperar algo valioso, algo escondido, algo que esta irremediablemente a punto de perderse.
"Feel like going home" es la primera de una serie de películas producidas por Martin Scorsese dedicadas a retratar distintos aspectos del mundo del blues. Esta en particular, la primera como dijimos, cuenta con el privilegio de ser dirigida por el mismísimo director de Taxi Driver, quien es conocido además por ser un gran aficionado al blues. Durante noventa minutos la cámara sigue el viaje del blusero Corey Harris quien emprende una travesía que lo lleva desde el Delta hasta Mali en África para descubrir las raíces y los orígenes del blues. Con un ritmo sostenido a lo largo de toda la película, el trabajo de Scorsese intenta reconstruir (con éxito, según nuestro parecer) aquello sobre los que los antiguos bluseros cantaban. Algo –muy poco– queda de aquella remota época, suficiente para hacernos una idea de aquel ambiente, del lugar donde el blues nació.
El viaje comienza en el Delta. El ambiente rural del Delta moldeó a sus pobladores, sus costumbres, sus expresiones y, por supuesto, su música. El blues, parecería reflejar el paisaje. Son House surgió allí. Su estilo rural, sucio y rítmicamente exagerado es una fotografía musical de aquello. Muy distinto a lo que sería luego el blues urbano, el blues de Chicago. Taj Mahal, uno de los músicos entrevistados, no lo podría haber dicho mejor:

“Este tipo de vida, la manera de vivir de la gente, la intensidad de la época, el Delta, produjeron una música fuerte y enérgica.”

Grandes bluseros del Delta y allegados al blues prestan su testimonio en este documental. Así nos encontramos con Sam Carr, el hijo de Robert Nighthawk, Willie King, Otha Turner e incluso con un fragmento de una entrevista a Johnny Shines, quien fuera músico acompañante de la leyenda, Robert Johnson. Todos ayudan a reconstruir los orígenes del blues en aquellos tiempos hostiles. Todos los relatos tienen un común denominador: las muy precarias y difíciles condiciones que debían afrontar los habitantes de aquellas tierras. Todo aquello se manifestaba en su música, el blues. Willie King refería una interesante anécdota.
 
“Los viejos blues hablaban de la mujer para decir cosas sobre el patrón, los viejos blues sobre la mujer: 'Mi querida es mala', 'No me trata bien', 'Toma todo mi dinero' se referían al patrón, pero había que decirlo así, había que esconder el mensaje”

Los tambores del Mississippi con los que se encontró Lomax evocan otros tambores, lejanos ya en el tiempo y lugar, los tambores y sus ritmos venidos desde África. En Mali es donde continúa el viaje de Corey Harris. Por la misma época en la que Lomax recorría el sur grabando a bluseros, A. S. Abends grababa en África los ritmos que también estaban desapareciendo. En la percusión y en el ritmo es donde África y el blues parecen encontrarse. Allí los "griot" o "jali" eran narradores, contaban sus historias acompañados de música, tal como hacían los bluseros al otro lado del océano. Harris se encuentra allí con músicos como Salif Keita, Habib Koité y Ali Farka Touré. Los lazos y las semejanzas entre estados regiones, entre estas dos expresiones musicales, el blues y la música africana, son mayores de lo que a simple vista parecen. Ali Farka Touré lo dijo claramente al finalizar la película.

“Ya sea en Estados Unidos o en Mali creo que sólo hay ciudades y distancia que nos separan, pero nuestras almas, nuestros espíritus, son los mismos. Son la misma cosa. No hay diferencia.”
N.A.

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