Si reseñar un clásico siempre es
una tarea difícil, no es exagerado afirmar que el trabajo se complica si el
disco en cuestión es Electric Mud de
Muddy Waters. Aparecido en 1968 en el sello Chess, después de un trabajo
colectivo como Super Blues con un marcado sonido tradicional, Electric Mud no sólo es una confirmación
en el espíritu eléctrico, sino que es un campo en donde el blues se abre a
experimentaciones que en su momento le valieron el calificativo de “psicodélicas”.
Un repaso atento nos muestra que casi nada ha quedado ajeno a la innovación y,
sin embargo, no se trata por eso de un trabajo que olvida las raices. Hay un
balance interesante entre novedades y un profundo sentido de blues. Todo parece
encontrar su lugar en un trabajo que decanta por una muy precisa producción a
cargo de Gene Barge, Charles Stepney y el mismo Marshall Chess.
Una de las innovaciones más
interesantes que propone este trabajo está en el acercamiento a la guitarra de
blues. La dama eléctrica de seis cuerdas es, sin dudas, la protagonista de este
disco. Un uso inusual para el blues del wah-wah (“Tom Cat”, “The Same Thing”),
el transitar por escalas distintas a la pentatónica (“Let's Spend the Night
Together”, “Herbert Harper's Free Press News”) y un acercamiento técnico
inédito (hay un tremolo interesante al finalizar “She's Alright”) hacen de este
disco un paso obligado para quienes quieran entender el mundo de la guitarra de
blues y, sobre todo, el peso de Muddy Waters como ejecutante. El costado
propiamente de blues se confirma con clásicos como “I'm your Hoochie Coochie
Man”, “Mannish Boy” y “The Same Thing”. Las fuertes y definidas líneas de bajo
puestas por Louis Satterfield son el contrapunto blusero cuando se recorren
caminos que no están estrictamente dentro de los tradicionales doce compases,
tal es el caso de "Let's Spend the Night Together" de Jagger y
Richards; la versión de Muddy Waters le agrega un riff de guitarra que recuerda
a las mejores épocas de Cream, otorgándole toda una nueva dimensión.
Tal vez sean las letras donde la
innovación no se hizo del todo presente. Con excepción “Herbert Harper's Free
Press News”, las letras de Electric Mud
hacen referencia constante a la sensualidad, remarcando distintos aspectos de
esta realidad. Desde las sospechas de infidelidad (“She’s Alright”) hasta el
reconocimiento del costado instintivo de esta experiencia humana (“The Same
Thing") pasando por la construcción de una virilidad exacerbada (“I’m your
Hoochie Coochie Man”, “Mannish Boy”).
Electric Mud es la respuesta perfecta para quienes piensan que el blues es un género
predecible en donde todo se ha hecho. Sin embargo, algo nos dice que su
influencia no tuvo repercusión directa en el blues. De hecho, quienes más se
sintieron marcados por este disco fueron artistas de hip-hop: Cypress Hill
samplea partes de “Tom Cat” y, más contemporáneamente, Gorillaz usó partes de
“Mannish Boy” en su tema “Left Hand Suzuki Method”. Como sea, Electric Mud es una obra ineludible en
la comprensión del blues contemporáneo, algunos la pueden considerar
extravagante, pero nadie puede serle indiferente.
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