sábado, 29 de diciembre de 2012

Los Rolling Stones y el blues

"La mayor emoción para nosotros es que Bo Diddley esté en el cartel" 
Brian Jones

Este año que nos deja fue testigo del cumplimiento del 50 aniversario de la primera actuación de los Rolling Stones en el Markee Club allá por 1962. En el medio de tantos homenajes y evocaciones, un matutino de alcance nacional lanzó 12 fascículos con la historia de esta mítica banda contada por, nada más y nada menos, que el ex-stone Bill Wyman. Las entregas son realmente interesantes, las anécdotas contadas "desde dentro" por este gran bajista, son acompañadas por fotografías, recortes periodísticos, reproducciones de afiches y entradas y citas de músicos, amigos y productores discográficos, entre otros.
La banda que hoy se se ha convertido en un ícono del Rock (tanto por su estética musical como por lo excesos que rodean a sus integrantes) comenzó su carrera tocando blues. En la Inglaterra de post-guerra todos los días había un show distinto (Sí, todos los días en 1962!!!). Los clubes habrían sus puertas al público y sus escenarios a incipientes bandas de jazz y blues que derrochaban talento y promesas por unos pocos peniques. Acá figuran los nombres de todos aquellos que hicieron a la gran revolución cultural del Rock de los 60, Page, Gilmour, Beck, Clapton, y una lista que se confunde con el infinito nos deja en claro que si estos eran tiempos de siembra, la cosecha iba a ser más que abundante. Volviendo a los Stones, la influencia del Blues "negro" fue tan grande que hasta su nombre proviene de este género, ya que pertenecía a una canción de Muddy Waters. Las listas de sus primeros shows mostraban un interesante repertorio de covers del mejor blues  americano: Little Red Rooster, Road Runner, Pain in my heart, I can´t be satisfied, entre otros.Así discurrían los shows hasta que los Rolling comienzan a componer sus éxitos. (I can get no) Satisfation fue un sueño de Keith Richards y era originalmente un blues. La fama los encuentra compartiendo escenarios con las grandes figuras que tanto los habían influenciado y en todos los discos de los Rolling, hay un "cupo" para ese género musical que fue su musa inspiradora: el Blues. Algo que supieron respetar a pesar del paso del tiempo y de los cambios de algunos de los integrantes de la banda.
Me voy yendo y he aquí una humilde reflexión al respecto, si los Rolling Stones son LA banda de Rock n'Roll, el Blues detenta el merecido título de Padre.
Hasta la próxima.
 
J.B.W.

domingo, 23 de diciembre de 2012

"The Soul of a Man" - Win Wenders (2003)

"The Soul of a Man"

Director
Wim Wenders
Productor
Martin Scorsese
Guión
Wim Wenders
Musica
Skip James
Blind Willie Johnson
J. B. Lenoir

¿Cómo hubiese contado el mítico Blind Willie Johnson, de haber podido, la historia del blues? O mejor, ¿cómo hubiese contado Blind Willie Johnson la historia de dos leyendas del blues? ¿Cómo hubiese contado la vida de obra de Skip James y J.B. Lenoir? Esta última pregunta es la que Win Wenders parece hacerse para filmar The Soul of a Man, la segunda del ciclo de películas dedicadas al blues, producidas por Martin Scorsese.
Se trata a todas luces de una película particular, un documental que toma un curioso punto de vista. Un Blind Willie Johnson nos relata (en la voz de Laurence Fishburne) desde un más allá (en un sentido literal, ya que la voz del gran blusero no deja de reparar en el hecho de que algunas de sus canciones se encuentran dentro del Voyager, el satélite lanzado en 1977 y que recorre los confines del espacio) la vida y obra de dos grandes bluseros: Skip James y J.B. Lenoir. ¿Por qué James y Lenoir? No lo sabemos. En las similitudes de ambos quizás encontremos los motivos por los cuales el Blind Willie Johnson de Wenders se decide a contar sus vidas. Ambos nacieron en el estado de Misisipi, ambos tuvieron grandes dificultades para dar a conocer su obra y a ambos se les negó un reconocimiento que no llegó sino tarde. Pero quizás la característica más relevante entre estos dos músicos es la marca que dejaron en el blues. 
Es así que Wenders, entre ficcionalizaciones e íntimas presentaciones de bluseros actuales, nos cuenta la historia de estos dos bluesmen. Nehemiah Curtis "Skip" James nació en Monticello en Misisipi el 5 de marzo de 1929. El azar se metió en la vida un tanto desordenada de un joven "Skip" James moviéndolo a presentarse a lo que entonces se denominaba un "Concurso de talentos". Lo ganó y como premio pudo grabar sus canciones. No vio demasiado dinero de aquellos precarios registros y no fue sino hasta mucho tiempo después que pudo ser conciente de la influencia que había generado en las posteriores generaciones de músicos de blues.
Las letras de aquellas canciones, sencillas pero con un sentimiento difícil de igualar, retrataban, como era de esperarse en esas épocas y como era usual en este género, las difíciles condiciones de vida de los afroamericanos de entonces. Así lo encontramos en uno de los temas más conocidos de James, “Hard Time Killing Floor Blues”:

Hard time's is here
An ev'rywhere you go
Times are harder
Than th'ever been befo'
(Los tiempos duros están aquí,
y donde quieras que vayas.
Los tiempos están más duros,
más duros que nunca)

"Skip" James no pudo ver el éxito de sus canciones y abandonó su carrera musical. Siguiendo los pasos de su padre se hizo pastor baptista, hasta que 31 años después es presentado en el festival de Newport de 1964 causando gran revuelo.
Una de las virtudes de la película es la posibilidad de ver a jóvenes (y, algunos, no tan jóvenes) bluseros interpretando –reversionando, sería mejor decir– estas viejas canciones, dando cuenta de la marca que aquel pionero dejó en el blues. Así podemos ver a Lucinda Williams haciendo su versión de "Hard Time Killing Floor", a Alvin Youngblood Hart haciendo lo propio con "Illinois Blues" y a la genial Bonnie Raitt haciendo una sentida versión de "Devil Got My Woman" entre otras presentaciones. Estas intervenciones se intercalan con una teatralización de algunos eventos de la vida de "Skip" James grabadas en blanco y negro, con audio para las canciones pero con intertítulos en los que pueden leerse los diálogos de los personajes que intervienen en la escena. Una particular reconstrucción del cine mudo, del cine de aquellos años en los que "Skip" James realizó su carrera.
Blind Willie Johnson continúa contando la segunda parte de su historia. Ahora es el turno de otro gran hombre de blues, J.B. Lenoir. La película adopta una perspectiva distinta, se vuelve plenamente documental y a partir de entrevistas, películas caseras y escenas de los medios de los sesenta se presenta la obra de J.B. Lenoir. Es con algunas cintas grabadas en los sesenta por dos estudiantes de arte, Steve y Ronnog Seaberg, que es posible recuperar la figura de este músico. Tal como sucedía en la primera parte de la película, también ahora podemos ver homenajes de bluseros (y músicos ajenos al blues) interpretando temas de J.B. Lenoir. Nick Cave and The Bad Seeds haciendo una estridente versión de "I feel so good", Bonnie Raitt (nuevamente) interpretando una versión down tempo de "Round and Round" e incluso Los Lobos colaboran tocando "Voodo Music". J.B. Lenoir exploró a su manera preocupaciones que no pertenecían tradicionalmente al ámbito del blues. "Vietnam Blues" o "Alabama Blues" (en donde relata la situación de la población afroamericana) dan cuenta de esto último.
Qué es el alma del hombre se preguntaba una y otra vez Blind Willie Johnson. Perplejo, pero creyente se preguntaba de nuevo, una y otra vez, qué es el alma de un hombre. "Skip" James y J.B. Lenoir se preguntaron lo mismo, a su manera y en su tiempo. Tal vez nunca encontremos una respuesta a tamaño interrogante. Quizás, si un día tenemos suerte, la respuesta nos llegue desde el otro lado del universo, mientras tanto nos conformamos con seguir escuchando esa pregunta, una y otra vez, en las voces de estos bluseros que nunca se irán del todo.



N.A.

domingo, 16 de diciembre de 2012

"Feel like going home" - Martin Scorsese (2003)

"Feel like going home" (2003)


Director
Martin Scorsese
Productor
Sam Pollard
Guión
Peter Guralnick
Participaciones
Ali Farka Touré
Corey Harris
Salif Keita
Son House
Taj Majal
John Lee Hooker
Keb' Mo'

La distancia –física o temporal–, la cotidianidad o el simple desconocimiento obstaculizan nuestra percepción. Nada parece escapar a este dictado de la experiencia. Tal vez podríamos decir que el blues no viene sino a confirmar esta sospecha. El blues nace de condiciones terribles y precarias o, tal vez convenga decir, terriblemente precarias. Campos de algodón en donde millares se sometían a los trabajos más extenuantes por poco dinero, inundaciones que hacían perder lo poco que había, segregación racial, y tantos otros azotes que los pobladores tenían que soportar fueron el suelo donde creció esta música. Sólo cuando superamos esas distancias, sólo cuando se conoce la tierra donde crecieron esas melodías, sólo cuando iluminamos las –casi siempre tristes– biografías de aquellos míticos pioneros del blues es cuando nuestra percepción se aclara. Entonces es cuando comprendemos la profunda dimensión de esta música. Martin Scorsese nos lleva de viaje al sur de los Estados Unidos, al lugar donde todo nació, a la cuna del blues. Este viaje emula aquel otro que hiciera Alan Lomax a principios de siglo pasado para grabar las voces y melodías del folklore del sur. Entonces como ahora, era una empresa que buscaba recuperar algo valioso, algo escondido, algo que esta irremediablemente a punto de perderse.
"Feel like going home" es la primera de una serie de películas producidas por Martin Scorsese dedicadas a retratar distintos aspectos del mundo del blues. Esta en particular, la primera como dijimos, cuenta con el privilegio de ser dirigida por el mismísimo director de Taxi Driver, quien es conocido además por ser un gran aficionado al blues. Durante noventa minutos la cámara sigue el viaje del blusero Corey Harris quien emprende una travesía que lo lleva desde el Delta hasta Mali en África para descubrir las raíces y los orígenes del blues. Con un ritmo sostenido a lo largo de toda la película, el trabajo de Scorsese intenta reconstruir (con éxito, según nuestro parecer) aquello sobre los que los antiguos bluseros cantaban. Algo –muy poco– queda de aquella remota época, suficiente para hacernos una idea de aquel ambiente, del lugar donde el blues nació.
El viaje comienza en el Delta. El ambiente rural del Delta moldeó a sus pobladores, sus costumbres, sus expresiones y, por supuesto, su música. El blues, parecería reflejar el paisaje. Son House surgió allí. Su estilo rural, sucio y rítmicamente exagerado es una fotografía musical de aquello. Muy distinto a lo que sería luego el blues urbano, el blues de Chicago. Taj Mahal, uno de los músicos entrevistados, no lo podría haber dicho mejor:

“Este tipo de vida, la manera de vivir de la gente, la intensidad de la época, el Delta, produjeron una música fuerte y enérgica.”

Grandes bluseros del Delta y allegados al blues prestan su testimonio en este documental. Así nos encontramos con Sam Carr, el hijo de Robert Nighthawk, Willie King, Otha Turner e incluso con un fragmento de una entrevista a Johnny Shines, quien fuera músico acompañante de la leyenda, Robert Johnson. Todos ayudan a reconstruir los orígenes del blues en aquellos tiempos hostiles. Todos los relatos tienen un común denominador: las muy precarias y difíciles condiciones que debían afrontar los habitantes de aquellas tierras. Todo aquello se manifestaba en su música, el blues. Willie King refería una interesante anécdota.
 
“Los viejos blues hablaban de la mujer para decir cosas sobre el patrón, los viejos blues sobre la mujer: 'Mi querida es mala', 'No me trata bien', 'Toma todo mi dinero' se referían al patrón, pero había que decirlo así, había que esconder el mensaje”

Los tambores del Mississippi con los que se encontró Lomax evocan otros tambores, lejanos ya en el tiempo y lugar, los tambores y sus ritmos venidos desde África. En Mali es donde continúa el viaje de Corey Harris. Por la misma época en la que Lomax recorría el sur grabando a bluseros, A. S. Abends grababa en África los ritmos que también estaban desapareciendo. En la percusión y en el ritmo es donde África y el blues parecen encontrarse. Allí los "griot" o "jali" eran narradores, contaban sus historias acompañados de música, tal como hacían los bluseros al otro lado del océano. Harris se encuentra allí con músicos como Salif Keita, Habib Koité y Ali Farka Touré. Los lazos y las semejanzas entre estados regiones, entre estas dos expresiones musicales, el blues y la música africana, son mayores de lo que a simple vista parecen. Ali Farka Touré lo dijo claramente al finalizar la película.

“Ya sea en Estados Unidos o en Mali creo que sólo hay ciudades y distancia que nos separan, pero nuestras almas, nuestros espíritus, son los mismos. Son la misma cosa. No hay diferencia.”
N.A.